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Mostrando las entradas de septiembre, 2020

Francisco Bernabé Madero

E l  vie jo  Mad ero  ap oyó  l a  cab eza  e n  s us  rugo sas  man os  fuer tes,  sob re  e l  escri torio  d el  gene ral  Ro ca.  Aqu el 21  d e  dicie mbre  d e 1885  s e  acab aba  d e  reti rar  d el  desp acho  presid encial  e se  perso naje  q ue  e ra  Estan islao  Zeba llos,  q ue  h abía  acud ido a  reca bar  d el  vicepre sidente a  car go  d el  Pod er  Ejecu tivo  algu nos  dat os  pa ra  escr ibir  u n  trab ajo  sob re  l a  revo lución  d e  l os  Lib res  d el  S ur  e n  e l  dia rio  L a  Pre nsa.  S u  memo ria  l e  hi zo  d ar  u n  lar go  recor rido. L a  revo lución  d el  S ur ¡ Aque llas  galop eadas,  aque llos  f rí o s,  pajo nal y  pajo nal,  c añ a dón,  esca rcha y  horiz onte!  Des de  jul io  d el 39  and uve  recorr iendo  Mons alvo y  l os  Mon tes  Gran des  pa ra  arre glar  q ue  l a  gen te  estuv iera  lis ta  e l día  d e  l a  reb elión.  Leg uas y  leg uas a uña  d e  caba llo,  c on  es os  vien tos  q ue  cor tan  l a  ca ra y  vigor i

La Gallina Degollada

Todo el día, sentados en el patio en un banco, estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini-Ferraz. Tenían la lengua entre los labios, los ojos estúpidos, y volvían la cabeza con la boca abierta. El patio era de tierra, cerrado al oeste por un cerco de ladrillos. El banco quedaba paralelo a él, a cinco metros, y allí se mantenían inmóviles, fijos los ojos en los ladrillos. Como el sol se ocultaba tras el cerco, al declinar los idiotas tenían fiesta. La luz enceguecedora llamaba su atención al principio, poco a poco sus ojos se animaban, se reían al fin estrepitosamente, congestionados por la misma hilaridad ansiosa, mirando el sol con alegría bestial, como si fuera comida. Otras veces, alineados en el banco, zumbaban horas enteras, imitando al tranvía eléctrico. Los ruidos fuertes sacudían asimismo su inercia, y corrían entonces, mordiéndose la lengua y mugiendo, alrededor del patio. Pero casi siempre estaban apagados en un sombrío letargo de idiotismo, y pasaban todo el día